lunes, 18 de julio de 2011

La transformación de las piedras


El silencio, el tuyo, el mío, el nuestro… es también cómplice para evitar los saltos de la humanidad para mejores días


La transformación de las piedras

Hoy… retrocedí en el tiempo mientras revisaba fotografías de archivo de los años 60 al 70. Imaginé a las personas que defendieron la libertad tirando piedras a los “grises”, esos que entonces estarían entre 30 a 40 años, y ahora sus hijos habrían generado – a su vez - otros hijos… multiplicando en la consciencia de 3 generaciones la defensa de la libertad…

Los hijos y los hijos de los hijos defienden sus derechos su libertad o la democracia, unidos a un mismo método “las pedradas”. ¿Cuánto cambió en el método entre de los opresores como en los oprimidos? A la sazón de esto pregunté a personas de diferentes edades si tirarían piedras para defenderse de las injusticias que los políticos las planifican y aplican; de la usura permanente de los banqueros; de los mal llamados gobiernos democráticos, que gozan del voto manipulado; o de este sistema que aprieta los tornillos para beneficiar al que más acumula y posterga nuestro derecho felicidad, cuyo atributo es de todos, llamémonos pueblo, mujeres , hombres, niños, trabajadores, artistas, gente con sueños y sentimientos… y desde luego, la respuesta fue un SI.

Y, fuera de mi encierro, cámara en mano comencé con más interpelaciones, unos no querían responder -mucho menos ser filmadas o fotografiadas-… hasta que José me dijo que tiraría piedras a todos sus compañeros… a todos, desde pequeñas hasta muy grandes, revalorando el valor del método arcaico o contemporáneo, para que despertásemos de este letargo… de este adormecimiento en que vivimos como conglomerado… y que a través del choque y ruido con cualquier objeto se develen el engaño, la injusticia y un sistema monstruoso que mata lentamente…

Y en total contundencia llegaron las piedras el 15 de mayo… como preludio al 15M, dando lugar a la revolución, emulando lo que un día dijo Stephane Hessel: La razón de la resistencia, es la indignación

Y se multiplicaron las pedradas ya no alrededor de José, sino en varios kilómetros a la redonda…

Despertó, así, la conciencia social: Movimiento “Democracia real ya”. Emergió acampada en formas de toldos, como hongos en las plazas… arrancando esos momentos propicios donde deliberamos los problemas de todos; de nuestros sueños para la unión de muchos corazones revolucionarios y mentes lucidas… rompiendo con aquellos metros cuadrados solamente guardados para bancas, paseos, monumentos y palomas; dándonos lugar a construir una complicidad extraordinaria, una fuerza inusitada.

Tomamos las calles...

Y… la chispa crece. Se plantea el consenso a través de las Asambleas en todas las ciudades; miles de nosotros: las gentes, en las plazas, lanzando, piedras en las redes sociales, en ese medio que no gozaron las generaciones de antaño, hoy llamada Red Internet. Esa piedra que posibilita el empoderamiento, y que permite que millones nos reconozcamos, que abre nuestros ojos cómplices, que nos dice la necesidad de la actitud pacífica, valiente, imaginativa, creativa… rebotando y lanzando a los aires a otra segunda piedra rotulada con el epíteto de “No a la violencia”.

Y vendrán las réplicas, por parte de quienes ya están en el traspatio de las nuevas formas y maneras de hacer política, de aquellos que se oponen a la imaginación de tantas mentes jóvenes con ideas democráticas y éticas, y atacan con las viejas formas… tratando de detener lo imparable. Arremetiendo el 25 de mayo, con inusitada violencia; esa que la legitimaron con sus normas… dando lugar a los gritos, a la desesperación… a las valientes actitudes de las manos en alto símbolo de paz… pero los secuaces no escuchan, golpean y golpean si piedad… mientras los lentes, los iris, los disparadores, los visores de decenas de cámaras registran esos minutos que quedarán por siempre en la historia para nuestros hijos y los hijos de los hijos….

Y… transmitimos en directo y de inmediato cada una de esas imágenes, fiel reflejo de una democracia imperfecta… estamos haciendo historia.

Esa es nuestra tercera piedra, las imágenes que denuncian, que develan y transmiten al mundo entero un sistema corrupto, violento, carente de democracia… imágenes que mantienen el método de nuestros abuelos, pero que como objetos inanimados se han cristalizado, fascinando a los más, transmitiendo la paz y la fuerza espiritual, sanas de cuerpo y alma.

Esta experiencia esta fotografiada y filmada para componer una instalación y continuará como la lucha de miles de personas por un mundo mejor.

Aldo Cardoso


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